Disposición

Me dispongo a componerte una canción de letargo,
una poesía nocturna que sepa a nostalgia,
sembrando estribillos que repitan un eco
y lo vuelquen a locura infranqueable.

Me dispongo a no entenderte,
y a suponer lo infinito con un verso,
nombrarte en idiomas y papeles
como un necio, loco y moribundo perro.

Me dispongo a dormir cuando no estás,
a aullar cuando no hay luna,
a escribir cuando no lees y desprecias,
a hacer poesía de incesto…

poesía burda, mórbida y sin forma;
así es el lamento de un hombre,
de un perro que se tiende bajo tu sombra
y ladra en tu silencio…

Me dispongo a decir nada,
a callar lo necesario, pues noche, día y tardes
devoran mis letras, sílabas que no es menester comprender,
pues un perro si no ha de decir nada, preferible callar y ver la luna.

Me dispongo a morir en un ataúd de carne y hueso,
a arañar tu desdén y tejerte una manta con mis membranas,
me dispongo a huir, solo e inmolado, sombrío y odioso,
a donde lleguen las palabras que has olvidado en mi boca…

Me dispongo a contemplar mi reflejo,
un vacío, un sol exiliado en un iceberg
y calentarlo antes que tu corazón lo apague,
pues corre el riesgo de gangrenarse como mi corazón…

…pues corre el riesgo de fisionarse como mi boca,
ensordecerse como las palabras que desprecias,
corre el riesgo, y así lo dispongo,
de componerte una canción, lacerado, moribundo y loco.

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