Inocencia

Inocencia

Qué sabría de mí la muerte a eternas tientas,
encarecido en la sutura maldita de bravura cenicienta,
en la benevolente tráquea de esta mullida esencia;
qué sabría de mí la impura, la triste insolencia…

Qué sabría si en mi orfebre impaciencia,
resonancias plañideras arrojaran tu nombre con imprudencia,
y dentro de la cantina fúnebre de las placentas
cavilaran las miserias y mí decadencia…

Qué sabrían las campanas que danzan ebrias
de la mano que les tiende su pútrida muñeca,
del pentagrama pavoroso asesino de las sienes
que flotan sobre tu maligna inocencia.

Qué sabría de mí la muerte, si me arrojo hacia tus venas,
qué sabría de mí, malhechor, ente de las campanas,
empuñando en mis vísceras tu amalgama,
en el brío silente, en tu marcha fúnebre hacia las canteras…

¿Qué sabría de mí la muerte si no me encuentras?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores