Viento

No desespere ante el sonido del viento,
que trae consigo la mentira disipada
en trozos de amor.

Usted sabe que son susurros perdidos
los que este aire suspira,
no letras sueltas de cartas amenazantes,
sino lágrimas convertidas a pétalos de rosa.....enmohecidas de dolor.

Son esas lágrimas suyas??
O son ajenas a sus ojos?

¿Es llanto, mujer, lo que acabo de oir?
¿O es acaso que la lluvia abrazante
compacta nuestros raudales de olvido?

No se ha dado cuenta hermosura de sol
que la luna es suya,
que llora cada vez que digo: eres belleza. Que pena me da saberlo...

No ha sabido de mi,
porque no soy de su imaginación,
ni de sus palabras que navegan
en esta inmencidad,
sino del paraíso de Caín,
que habitual madura en mi y me condena a su eternidad.

¿En realidad cree que soy Jesucristo
y digo parabolas hermanadas con causa,
o soy solo una víctima de los inoportunos deseos
que usted deja en la banqueta
y que he recogido para escribir esta carta?

No intente cuantificar
los acentos de mis últimas rimas,
pues no soy poeta,
ni un amante delirante.
Soy el sonido de un muerto
que habita debajo de sus pies
y que iha intentado errantemente alejar de sus ojos aquella
dulsura cegadora...

No soy fantasma, no se confunda,
no me llame Silvio, tampoco trovador,
basta con que me señale con el dedo
y emita su voz.

Sepa que solo soy el viento esta noche...

Resúmalo:
Piense y diga a todos
que soy discipulo de su perfecta belleza,
pero dígalo en secreto,
para que el viento no la escuche.

Ahora váyase ya, consigo y sus flores parpadeantes. También con sus ojos...y no vuelva a mi tinta jamás...y deje mi papel con su ausencia de palabras acostumbradas...

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