Tormento

En el chocolate descansa tu inocencia,

flota tu sonrisa detrás del calor de la taza humeante,

en la ventana la luz entra y se derrama sobre la mesa

y el tormento llega solo con la noche y el despertar del sueño

También el olor de la oscuridad es ajeno,

se arrincona bajo las sábanas y suspira congelando mi pecho;

las ranas y los grillos entonan su réquiem

en una noche de lechuzas y cigarras

y pienso que le debo un poema a la soledad cuando hay tanto silencio…

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