Sombra Invertebrada

Sombra invertebrada

Olew cumant, larmet califs xunatzet
munnitas fregantes oni suantes
trefant calyum desie narat.

En el centro de una copiosa noche, a través de vasos,
llaves y cenizas, las velas sangran blanco esperma
en la yugular de una página oxidada,
proyectan bicéfalos querubes en la membrana que se mece
sobre los brazos del viento;
queman con el fuelle de su aliento estos flamígeros la hamaca
lechosa y empolvada amarrada a un bombillo ciego.

Lágrima de un caricaturista sin párpado,
encendida por insondables paisajes de su brocha calva
adormece la página, la llena de un perfume marchito y maldito
que circula entre las venas de su garganta;
en el regurgitar de su tráquea, el vómito indulgente,
el trino sinfónico de su mísero brío.

Salada yema cocinando en calcinante aceite
el fruto ventral de los huesos, resonando cual
laúd preñado, haciendo que el silencio necesite de
mordaza, que le enmudezca las amígdalas
arrancadas del espasmo fulminante:

La muerte masturbándose,
el eco de su semen goteando en los pasillos,
el tiempo emparejando sus agujas,
la desnudez sin piel de una musa,
mi desnudez sosteniendo sus estribos…