Un poema inútil a la nada
Si despertara mañana,
envuelto en un aura dorada,
convertido en la sublime luna
y mis labios supieran a queso,
arrojaría al conejo que allí duerme,
y de súbito te lazaría con hilos de fina seda
y como piezas de ajedrez
acomodaría los astros tal peones
y tu serías la reina que duerme en la casa del conejo.
Y me digo mas de una vez,
con la mordaza entre las manos
y un mar de perros acosando mi sombra:
Si tu fueses ocaso,
yo sería la estrella
que buscando se perdería entre tus piernas.
Y si fueses sal,
yo sería el mar que mese tu cuerpo
y si tu fueras la luna esta noche,
me convertiría yo
en hombre lobo,
aullando agonizante
mientras caigo
envuelto en balas de plata…
y si mutaras en el conejo
que de mi vientre tiré
yo sería la rapiña
que merodeará tu cuerpo…
y me pregunto de nuevo,
evitando la rabia:
Si tus pechos asemejaran
las dunas del desierto,
yo sería la brisa
que de un suspiro
poco a poco los consumiría…
…
Si no creyera entonces en el filo de la espada
ni en la suavidad de la esponja
podrías caer en la vorágine de mis manos
y ser herida por la esponja
y curada por el metal de la espada
y me condeno al deseo:
y le pediría a Dios
que fueses su gracia
y con el estertor de tu vida
me convirtieras en escarcha,
y con tu lengua de terciopelo
cogieras los pedazos de mi alma…
pero antes de escarcha
o trozo alguno de fría materia
preferiría ser el viento
que besara tu cuerpo sin necesidad de concupiscencia.
Y amaría que mi espalda
la convirtieses en montaña
para que asciendas con tus pies desnudos
y pueda lamerlos;
y sentir tu danza entre la maleza,
mientras la aurora boreal se empecina
por detrás de mis hombros
y de tu rostro cayera la lluvia
que empapara mi espina dorsal
y la dejara como un trapo ante el día nublado…
Y lleno de retórica y labia pienso:
Si tus ojos fuesen la noche
y tus labios el silencio
en frenesí con el fresno
y la danza del cuervo
poseería tu rostro,
y enmarcado en un poema inútil
con la hiel de tu cuerpo
lo miraría cada silencio
y en cada rincón se escucharía el sabor de tus besos
y lo observaría una vez en la noche
tratando de recordar la luna
y la ira de todos mis oscuros recuerdos…
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