Poema de mañana de piano
Cae como tormenta,
el olor dulce,
amordazado por la sonrisa impregnada.
En el marfil donde nace el alba
me he visto 3 veces
todas de diferentes formas, pero con firmes ademanes
La risotada y el baile matutino,
el sabor del té conjugado con los buenos sueños
terminarán eternamente en los lazos de las muñecas cansadas
y los ecos darán frutos fecundos;
mencionarán tu nombre tantas veces lo recuerden
pero no lo cantarán
lo vitorearán en un canon de trinos y relojes
descubriendo entonces la siguiente nota del despertador humano
hasta que el sol se canse de labrar su jardín
Crecerá la posterior armonía, de cabellos y ojos de néctar
¡Cantarán, cantarán!
Sin ratones viejos profetizadores de sueños profundos
Marfil y cuerdas otra vez…
Tu nombre otra vez…
Un réquiem naciente en la lejanía de los astros
Pero no será éste el día
Hoy es orgullo y cuello erguido
Sigamos los pasos del caracol
Bebamos en su escondrijo
Iluminando, briagos de gestos con mi piano escondido.
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