Un puto punto punzando

Allá a lo lejos, veo una sempiterna estrella
que padece de insomnio:
no ha cerrado sus ojos,
esperando a su amado;
siempre en su letargo
en sus bocanadas de aire entre
el cielo llameado,
va la estrella blandiendo
su delantal crispado...

Su voz, una espina
sobre los cipreses,
una hoz que corroe los silvidos
del río inerte;
triste estrella que difumina impaciente:
un senit de lluvia
y un resplandor en el occidente...

Sin amado, estrella diurna
que posas en mi tu vientre,
intelecto del mar oxidado
en el reflejo de tu Caronte.

Estrella que ciñe mi camino
y guarda en su delirio
este paso de andrógina comedia;
estrella de muerte, luz sin sentido
esta noche soy un muerto de medio día
ensombrecido
de rabia y de martirio...

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