Cartas a Satanás

Cartas a Satanás


Soy merodeador de palabras y no poeta
de serlo me habría ocupado de guerras
y sangre en su metamorfosis a cenizas de gaviotas…

Soy sólo tinta blanca que se esparce entre la nada,
que no hace mas que devorar el ocio de hacer nada…

Prolifero letras amargas
y doy panfletos a cuanto perro me ladra

Canto solo como el imbesil que soy,
no traigo arma
ni cuchilla,
sólo tinta blanca…

Es por eso y por todo,
que no escribo para otros,
ni para nadie:

Te empeño mis letras a ti, Satanás
por ese infante al que le debo la melancolía de un carro de plástico,
por la ramera fortuna que se vende bajo cualquier madera
por el verso reciclado
y por la flor nocturna que posa en sus ramas el amor desgastado…

Te regalo a ti, Satanás
la miseria que me acosa
la sangre que deambula solitaria entre mis brazos,
y estas letras insignificantes
que se han de prostituir entre mis labios…